El pasado día 8 de febrero, el guitarrista Ed O'Brien escribió la siguiente nota en el blog oficial de la famosa banda de rock inglesa Radiohead:
The Dignity Revolution
What have twitter and facebook ever done for us?
Obviously, keeping in touch with everyone but I have to say I have become increasingly excited over the last 3 months about the possibilities of this form of communication. Yes I am very slow out of the blocks. It's in the arena of public protest that it seems twitter and facebook are increasingly the means by which popular movements throughout the world are able to come together and mobilise.
I have been so moved by the peaceful Jasmine revolution in Tunisia; The anti-Government demonstrations centred on Tahrir Square in Cairo. Social networking has helped facilitate the freedom to assemble peacefully and express oneself. Equally in Britain it seems to be having a similar effect in helping essential protests being organised by students and groups such as UK Uncut against the Government's ill thought out cuts... Well done those people!
Emilio Uranga criticó la negligencia del mexicano por no asumir suficientemente su papel como ciudadano activo. Escribió que lo único que sabemos hacer es indignarnos siempre pero nunca hasta el punto de saltar a la acción. Pero Uranga se equivoca. La verdad es que el pueblo se moviliza y actúa, y a tal grado que le ha costado represiones violentas en varias etapas de su historia reciente.
En otro tono, Carlos Monsiváis pensó que la indignación moral es una actitud fundamental para responder las situaciones de injusticia social. La indignación es signo de una comprensión adecuada sobre las demandas que nos exigen diversas situaciones. Esta idea no es nueva. Aristóteles había reflexionado ya en su Ética Nicomaquea sobre la importancia de sentir la emoción adecuada en el contexto adecuado. Escribe: "Cualquiera puede enojarse, eso es fácil. Pero enojarse con la persona cierta, en la medida cierta, en la hora cierta, por el motivo cierto y de manera cierta, no es fácil".
Una opinión es que el mexicano ha perdido noción de lo que la indignación debe de lograr. Se escandaliza y manifiesta su indignación, marcha aquí, grita allá, se enoja con enemigos e incluso con amigos, porque cree que esto es lo que tradicionalmente debe de hacer alguien indignado. Desafortunadamente, se ha perdido la noción de que la indignación debe de guardar esta relación cognitiva con la situación a la que uno se enfrenta --esa sabiduría práctica de la que hablaba Aristóteles en su Ética. Es momento de que se reflexione más seriamente en el hecho de que si nuestras acciones no han logrado avances satisfactorios, es nuestro juicio lo que no ha logrado estar a la altura de las circunstancias. Por decirlo así, no hemos sabido indignarnos correctamente.